Si se aprueba el nuevo concepto en la Asamblea General Extraordinaria del ICOM que se celebrará en Kioto (Japón) el próximo 7 de septiembre, de ahora en adelante los museos serán “espacios democratizadores.

El portal especializado en el mundo del arte y los museos Hyperallergic, publicó recientemente un artículo en el cual señala que la nueva definición de “museo” que el Consejo Internacional de Museos (ICOM) votará en septiembre, ha desencadenado el debate internacional. Y con justa razón.

 

¿De qué se trata la nueva definición?

El cambio propuesto en la agenda del ICOM incluye, dentro de los museos, un lenguaje sobre “justicia social, igualdad global y bienestar planetario”. Los críticos dicen que el texto es demasiado político para la mayoría de los museos del mundo, que se contentan con exhibir piezas importantes de la civilización y guardar memoria de la humanidad.

Hyperallergic comenta que durante casi 50 años, el ICOM ha definido el museo como “una institución sin fines de lucro” que “adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe el patrimonio tangible e intangible de la humanidad y su entorno, con fines educativos, de estudio y disfrute”.

Pero una versión actualizada de la definición incorporaría la mención de “dignidad humana y justicia social”, referencias que han dividido a los 40.000 profesionales del ICOM, mismos que representan a 20.000 museos de todas las ideologías.

 

El idioma del siglo XXI

Hace un par de semanas, 24 ramas nacionales del ICOM, incluidas las de Francia, Italia, España, Alemania, Canadá y Rusia, solicitaron un aplazamiento del voto oficial de la revisión para presentar una nueva propuesta ante la presentada por la curadora Jette Sandahl, quien sugiere que la definición actual “no habla el idioma del siglo XXI” al ignorar las demandas de “democracia cultural”.

Si se aprueba el nuevo concepto en la Asamblea General Extraordinaria del ICOM que se celebrará en Kioto (Japón) el próximo 7 de septiembre, de ahora en adelante los museos serán “espacios democratizadores, inclusivos y polifónicos para el diálogo crítico sobre el pasado y el futuro”.

Además, “reconociendo y abordando los conflictos y desafíos del presente, mantienen los artefactos y especímenes en confianza para la sociedad, salvaguardan diversos recuerdos para las generaciones futuras y garantizan la igualdad de derechos y el acceso al patrimonio para todas las personas”.

En resumen, la propuesta de Sandahl es que si bien los museos no tienen fines de lucro, a partir de ahora deberán ser “participativos y transparentes”; trabajar en asociación activa con y para diversas comunidades para recopilar, preservar, investigar, interpretar, exhibir y mejorar la comprensión del mundo, con el objetivo de contribuir a la dignidad humana y la justicia social, la igualdad global y el bienestar planetario”.

 

Ideología de museo

Varios miembros del ICOM y autoridades museísticas internacionales han reparado, rápidamente, en el carácter “ideológico” de la propuesta, mientras que la mayoría la encuentra bastante confusa, exagerada y que confunde museos con centro culturales, bibliotecas o laboratorios.

En otras palabras, los críticos de la nueva definición de museos consideraron que “es demasiado política y demasiado vaga” para definir estos espacios que, desde 1683, cuando la Universidad de Oxford decidió mostrar al público una colección privada de curiosidades de la historia en lo que era el Museo Ashmolean, han gozado del interés de personas de todas las edades… y las han educado.

Con información de Hyperallergic: https://es.aleteia.org/2019/08/21/volviendo-politicamente-correctos-a-los-museos-del-mundo/https://hyperallergic.com/513858/icom-museum-definition/

Con información de Hyperallergic: https://hyperallergic.com/513858/icom-museum-definition/