Improving the Audio Guide: A Look at Our Visitors. MET article.

First impressions.

Improving the Audio Guide. The Audio Guide is a long-standing service at the Museum with over three thousand audio messages attracting 250,000 users annually. It offers six to eight special exhibition tours and can be accessed in up to nine major foreign languages. In September 2013, the Museum launched a new version of the Audio Guide complete with a redesigned interface and repackaged content. This presented a fresh opportunity for us to take a more strategic look at the Audio Guide and see how well it has performed since its rebirth.

In the summer of 2014, I worked with a team of consultants from Frankly, Green + Webb to conduct a comprehensive evaluation of the Audio Guide here at the Met (both at the Main Building and at The Cloisters). Below, I will explore some of our key findings and explain how the Museum is moving forward with the results of this research.

The Audioguide as a Service

It's always tempting to think of an Audio Guide as an old-fashioned product that visitors can hold onto and carry with them throughout the Museum if they feel like it, but this perspective is simply too limited. Instead, the Audio Guide should be seen as a service that is a crucial part of the museum experience and one that combines both the digital and nondigital within the physical space of the Museum.

This perspective, popularly known as "service design," is a way of creating and improving experiences (instead of stand-alone products) in order to better meet visitor needs within a specific context. It requires an understanding of the user's full experience (also known as the "user journey") in a robust way—from initial awareness of the offer to the full impact of the offer.

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Grace Tung, Digital Media Associate, Creative Development, Digital Media

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Historia de las Audioguías

A manera de introducción: las audioguías y dispositivos móviles llegan al museo.

Inicio de la historia de las Audioguías en los Museos.

La historia de la introducción de los sistemas de audioguías en los museos inició hace más de 50 años. Ha evolucionado de los sistemas de casete a la memoria ram digital, los sistemas MP2 y, más todavía, los sistemas MP3.

En este ámbito, el Museo Stedlijk, en Ámsterdam, fue de los primeros en usar, en 1952, una guía de mano para sus exposiciones; casi un decenio más tarde, en 1961, el Museo de Historia Natural de los Estados Unidos adoptó el uso de audioguías, mientras que el Louvre hizo lo propio en 1970 (Kamal, Petrie y Power, 2011).

Primeros pasos de las Audioguías desde hace 50 años.

Durante los primeros 35 años de utilización de este tipo de elementos, Proctor y Tellis (2003) identifican dos cambios significativos: el paso a los casetes, en 1980, que redujeron el tamaño de los dispositivos. En 1994, de los sistemas análogos a los digitales.

Estos últimos permitieron tener una mayor duración de las visitas, antes constreñidas a 45 minutos como máximo.

En los años noventas, los visitantes fueron capaces de elegir sus propias rutas, escuchar tanto como quisieran. Elegir ya el idioma de su preferencia, ya visitas especiales para audiencias específicas (Proctor y Tellis, 2003).

Uno de los pioneros en introducir dispositivos multimedios fue el Proyecto de Experiencia Musical en Inglaterra, en 1995, mientras que en el 2002 la Tate Gallery, en el mismo país, puso a disposición de sus visitantes el primer dispositivo portátil mediante un proyecto piloto que culminó en el 2005 con un plan comercial (Tallon y Walker, 2008, p. 4).

Evolución de las Audioguías en los Museos en los últimos 50 años.

Desde entonces la tecnología ha avanzado a pasos agigantados Actualmente está muy difundido el uso de dispositivos móviles como iPads, Palms y celulares con programas predeterminados para visitas guiadas. Selección de obras en específico para buscar en la exposición del museo, elección de diversas capas de información, entre otros, que tienen como propósito mejorar la experiencia del visitante.

Las audioguías hoy por hoy se han modificado para que el público salte pistas, controle más su visita y obtenga mayor información, dependiendo de sus
gustos.

El uso de estos dispositivos levanta algunos cuestionamientos sobre la forma en que afectan la visita de los públicos y en que las personas aprenden, así como acerca de la interacción entre ellas y el museo, los cuales se ha buscado responder por medio de diversas investigaciones.

La historia de la introducción de los sistemas de audioguías en los museos inició hace más de 50 años.

Autora: Monserrat Narváez Naranjo

Publicado en Estudios sobre públicos y museos  Volumen I. Públicos y museos: ¿Qué hemos aprendido?.

Texto adaptado para blog

Autorizado por la autora.

Saber más sobre la nueva tecnología de Audioguías


Improving the Audio Guide: A Look at Our Visitors. MET article.

First impressions.

The Audio Guide is a long-standing service at the Museum with over three thousand audio messages attracting 250,000 users annually. It offers six to eight special exhibition tours and can be accessed in up to nine major foreign languages. In September 2013, the Museum launched a new version of the Audio Guide complete with a redesigned interface and repackaged content. This presented a fresh opportunity for us to take a more strategic look at the Audio Guide and see how well it has performed since its rebirth.

In the summer of 2014, I worked with a team of consultants from Frankly, Green + Webb to conduct a comprehensive evaluation of the Audio Guide here at the Met (both at the Main Building and at The Cloisters). Below, I will explore some of our key findings and explain how the Museum is moving forward with the results of this research.

The Audioguide as a Service

It's always tempting to think of an Audio Guide as an old-fashioned product that visitors can hold onto and carry with them throughout the Museum if they feel like it, but this perspective is simply too limited. Instead, the Audio Guide should be seen as a service that is a crucial part of the museum experience and one that combines both the digital and nondigital within the physical space of the Museum.

This perspective, popularly known as "service design," is a way of creating and improving experiences (instead of stand-alone products) in order to better meet visitor needs within a specific context. It requires an understanding of the user's full experience (also known as the "user journey") in a robust way—from initial awareness of the offer to the full impact of the offer.

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Grace Tung, Digital Media Associate, Creative Development, Digital Media

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Curiosidades sobre el Museo del Prado - Madrid - España

1. ¿El Guernica estuvo en el Prado?

Así es. El Guernica fue un encargo del Gobierno de la República para la Exposición Universal de París de 1937. Tras su clausura, inició un periplo por diferentes países. Primero, su creador decidió que se custodiase en el MoMa de Nueva York hasta que España recuperase un sistema democrático. Finalmente volvió a España en 1981, y se expuso en el Prado, en el Casón del Buen Retiro, hasta 1992, cuando se trasladó al recién creado Museo Reina Sofía.

2. Un retrato de cine

En torno a 1902, el escultor Mariano Benlliure realizó un busto de Goya inspirado en el retrato que el pintor le había hecho a Vicente López. Este mismo busto, conservado en el museo, sirvió de inspiración para elaborar el galardón que hoy se entrega a los premiados en la gala de los Goya del cine español.

3. ¿Un regalo de Franco a Hitler?

Hay que decir que esto es una leyenda, pero podría tener visos de realidad. Se dice que la obra La marquesa de Santa Cruz fue comprada por el dictador Franco para regalársela a Hitler durante su entrevista en Hendaya. En el instrumento que porta la marquesa muchos creen ver dibujada una esvástica.

4. El retrete de Fernando VII

La que hoy es la sala 39 del Museo Del Prado fue, en el siglo XIX, el Gabinete de Descanso de Sus Majestades. Esta era una sala que incluía un pequeño cuarto destinado a la higiene de los reyes, que se llamaba “retrete de su Majestad en el Real Museo”. Hoy, este espacio conserva el suelo de mármol y unas pinturas murales decorativas.

5. El tosión de oro

El tosión de oro es una insignia consistente en un carnero de oro que cuelga de un collar. Pertenecía a una orden de caballería instituida por Felipe el Bueno en 1430. Finalmente, acabó recayendo en Carlos V y quedó vinculada a La Corona española. Así, en el museo es posible encontrar este torsión de oro en varios cuadros que representan a la familia real.

6. Las obras más pequeñas de El Prado

En el Museo del Prado podemos encontrar una colección de miniaturas. Estas son pinturas de pequeño tamaño, entre los 20 y los 200 milímetros, que solían representar retratos y que servían de regalo entre las cortes europeas.

7. Rubens y la astronomía

Rubens plasmó en sus obras algunas de las revolucionarias observaciones del cielo realizadas por Galileo. Por ejemplo, el fondo celeste de ‘El nacimiento de la Vía Láctea’ refleja la multitud de estrellas de la galaxia que habían pasado inadvertidas hasta entonces. Además, en ‘Saturno devorando a sus hijos están incluidos tres cuerpos brillantes, como los que observó Galileo al apuntar con su telescopio hacia este planeta anillado.

8. ¿Sabías que El Prado no tiene sala 13?

Junto a la sala 12, dedicada a la pintura de Velázquez, no fue incluida la sala número 13 debido a la superstición. Por este mismo motivo, la fobia o el miedo irracional al número 13, tampoco encontramos el autobús 13 en El Centro de Madrid, y este número de asiento era sustituido por el asiento 12 bis en los aviones.

9. El Prado en llamas

El 25 de noviembre de 1891, Mariano de Cavia relata en el periódico El Liberal un incendio que habría destruido la mayor parte de obras del museo. Muchos madrileños acudieron al paseo Del Prado para comprobar que no había tal incendio; sino que era una invención del autor para denunciar el abandono de las instalaciones.
El Prado sí sufrió un incendio, conocido como el incendio de Alcázar, durante la Nochebuena de 1734. Uno de los cuadros que más daños sufrió fue El Triunfo de Baco, de Ribera, que quedó dividido en 3 fragmentos, y hoy se exponen 2 de ellos.

10. La falsa Gioconda

En 2011 se descubrió en El Prado un interesante fondo tras el barniz de la "falsa Gioconda", que podría haber sido pintada en el estudio de Leonardo da Vinci a la vez que la "original" que conserva el museo francés del Louvre. Todo apunta a que se trata de una réplica pintada por uno de los pupilos favoritos de Leonardo.
Y estas son algunas de las muchas curiosidades del Museo Del Prado, que lleva 200 años albergando una de las colecciones pictóricas más importantes de la humanidad, y que está estrechamente ligado a la historia de España. ¿Cuál de estas te ha parecido la más curiosa?
Fuente:  Muy Interesante : Enlace aquí